LA Noire
Hablando de cine negro, este juego de Team Bondi para Rockstar fue un auténtico éxito de público y crítica. Es cierto que su trabajo de captura facial es sobresaliente, y también su ambientación, pero a nivel de guión se queda muy cojo. Contar una historia también requiere ritmo, y el mayor problema aquí es que el ritmo que imprime la mecánica de juego es tan repetitivo que pronto se torna aburrido.
Tampoco hace mucho por el juego el hecho de que la historia comience con unos espectaculares crímenes basados en los casos reales de la Dalia Negra, para después pasar a otros que no tienen mucho que ver, y terminar investigando para una compañía de seguros. El final es la guinda a un pastel de decepciones muy bien decorado pero seco y soso.
Beyond Two Souls
Uno cabría pensar que David Cage aprendió algo después de Heavy Rain, pero no. El visionario creador que iba a revolucionar los videojuegos volvió a las andadas en Beyond Two Souls, una película interactiva para la que reclutó a los desprevenidos Ellen Page y William Dafoe.
David, las películas interactivas eran una forma de tapar las carencias técnicas que tenían los videojuegos en los 90, pero su mecánica está ya ampliamente superada. Aparte de ese detalle, el argumento de Beyond Two Souls es una pretenciosa colección de clichés, el guión es risible y el orden narrativo brilla por su ausencia. Quizá en un juego normal todo esto habría pasado desapercibido, pero a falta de mecánica de juego, lo único que nos queda es la historia, y la historia es un capítulo de X-Files escrito por Damon Lindelof en la época en la que todavía se creía un buen guionista. Me extraña que Beyond Two Souls no haya ganado un Bafta.
Halo 2
Comencemos admitiendo una cosa: aunque el universo Halo es fértil y su mecánica de juego es buena, su historia es bastante simplona, como una novela escrita para un público adolescente. Dicho esto, y mientras voy abriendo el paraguas para protegerme de las piedras, creo que Halo 2 es la peor de la saga con diferencia.
Todo iba bien, dentro de la mediocridad general, hasta que descubres que la mente maestra detrás de la invasión alienígena es una planta con complejo de mesías que solo ofrece profundas reflexiones filosófico-religiosas, como si estuviera en Twitter todo el rato. Eso por no mencionar que el final es cualquier cosa menos conclusivo. Para cuando lo escribieron, en Bungie ya sabían que iban a hacer Halo 3 y decidieron que no merecía la pena esforzarse.