- Imprime emoticonos en tus uñas
Nailbot es un robot portátil que imprime imágenes directamente en las uñas. La impresora está conectada al teléfono móvil, donde hay una aplicación con las imágenes elegidas por el usuario: pueden ser desde emojis hasta fotografías. Nailbot utiliza una capa receptiva de tinta (que ayuda a que la impresión dure el máximo tiempo posible) y el álbum de imágenes cargadas en la aplicación del móvil, e imprime en las uñas en menos de 30 segundos. Se pueden retirar con acetona. Y, aunque actualmente sólo funciona conectada a la luz, los creadores se plantean diseñar un robot más pequeño que funcione con batería. Pree Walia, creadora del invento, cuenta que se le ocurrió cuando se dio cuenta de lo costoso e incómodo que era ir a los salones de belleza cada vez que quería customizar sus uñas. Actualmente solo está disponible en Estados Unidos y cuesta 187 euros.
- El robot que da conversación a los conductores
Kirobo mini es un acompañante de conducción del tamaño de una manzana. Reconoce voces y caras, habla y gesticula como una persona y también sugiere zonas que visitar, rutas de viaje y música para escuchar. Monitoriza las emociones de los conductores y, cuando van solos, les da conversación para mantenerlos despiertos y en alerta mientras están en la carretera. Se trata de una versión en miniatura del robot Kirobo que acompaña a los astronautas que están a bordo de la Estación Espacial Internacional. Toyota espera utilizar esta tecnología para crear robots personalizados para cada conductor. La compañía todavía no ha dicho si estará disponible fuera de Japón ni su precio.
- Un ordenador por 4,7 euros
Raspberry Pi Zero es una placa base que cuesta 4,7 euros. De 3 centímetros por 6,5 (el tamaño de un kiwi), incorpora todos los conectores necesarios para utilizarla como un ordenador de mesa: se conecta a un teclado, un ratón y una pantalla. También tiene un cable de conexión a internet y una rendija para añadirle una tarjeta de memoria externa. Una vez enchufada al hardware necesario, utiliza el sistema operativo Linux y tiene un procesador de 1 GHz de potencia —un 40% más rápido que su hermano mayor, el Raspberry Pi 1—. Se puso a la venta el pasado 25 de noviembre y en solo dos días sus creadores se quedaron sin existencias.
- Construir un robot y controlarlo con el móvil
STEMI es un robot con seis patas que se mueve como una araña. Puede realizar movimientos complejos, cambiar la altura e incluso bailar. También imita los movimientos naturales del animal. El robot viene con un kit junto a varias lecciones multimedia, que ayudan a montarlo. Se controla con una aplicación para móviles que utiliza un sensor giroscópico incorporado, lo que permite controlar el movimiento del robot inclinando el teléfono. Está orientado a la educación de los niños y, según sus creadores, mediante su construcción se aprenden los conceptos básicos de modelado en 3D, electrónica y programación. Cuesta 220 euros y los fundadores han desarrollado todos los planos y modelos gratuitos y accesibles a todo el mundo.
- El aspersor inteligente
El aspersor ETwater está diseñado para parar el riego durante, por ejemplo, una tormenta. El objetivo principal es poder ahorrar el máximo nivel de agua posible. El sistema recoge datos sobre las plantas y el clima, y aprende a hacer predicciones sobre la cantidad de agua que necesita el jardín. ETwater utiliza sensores para medir cuánta agua puede coger del suelo y trata de proporcionar la cantidad justa. Para ello, también utiliza sensores ambientales que controlan la temperatura, el tipo de suelo y la pendiente. La compañía planea lanzar una aplicación móvil para poder controlar el consumo a través del móvil. Por ahora, solo se puede alquilar y tiene un coste inicial de alrededor de 190 euros y de 32 euros más cada mes de uso.
- El pequeño HAL9000 que vigila tu puerta
Ring es un timbre inteligente que no necesita que lo pulsen para avisarte de que hay alguien llegando a casa. Funciona con un detector de movimiento que envía información directa al teléfono del dueño, primero con una alarma, y luego con un video de lo que está pasando en la entrada. También cumple la función de un portero automático normal: permite hablar con la persona que se encuentra al otro lado. Como funciona a través del móvil, el usuario puede recibir toda esta información aunque no se encuentre en casa. El campo de visión de Ring es de 180 grados y tiene visión nocturna. Se comunica con el resto de dispositivos a través de wifi y tiene una batería recargable que dura un año. Cuesta 187 euros.
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