La Nueva Guardia es una serie de columnas donde observamos la nueva hornada de nuevos líderes y ejecutivos que han llegado a las empresas de tecnología más importantes. ¿Quiénes son? ¿Por qué están ahí? ¿Qué están haciendo de forma distinta? Sus motivaciones, historia y cómo sus nuevas ideas y métodos cambiarán la próxima década.
Parte 2: La bola de cristal de Mountain View
Parte 3: Las reglas del cricket moderno
Parte 4: El nuevo himno de Nokia
Jorma Olilla será recordado como una suerte de rey fundacional de Nokia. La Nokia moderna era Jorma, y Jorma era Nokia. Si Nokia fuera un país, sus plazas estarían llenas de estatuas de bronce del Jorma Olilla, dignamente apuntando con su dedo índice hacia el cielo. Banquero de profesión, llegó a Nokia desde la city londinense y, medio por casualidad, acabó liderando la tecnológica Finlandesa desde 1992, tras un interludio creado en Espoo por el suicidio de Kari Kairamo en 1988.
La historia al revés: Kairamo, el tecnologista, tuvo un estilo adquisicionista en su época al cargo de Nokia, mientras Olilla, el banquero, tuvo un estilo másintegracionista, convirtiendo a Nokia en la mayor empresa de telecomunicaciones del mundo. Como los buenos rockeros, Jorma se retira en lo más alto de su carrera, en 2006. Cotas más altas le esperaban: chairman de Royal Dutch Shell, y en el comité de liderazgo del Club Bilderberg.
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