Quizá más de una vez hayas visto esos pequeños insectos que parecen desafiar las leyes de la física al caminar sobre el agua, lo cual realizan gracias a que aprovechan la tensión superficial de dicho líquido para evitar hundirse. Pues bien, construir un robot a semejanza de esos bichos no es una tarea fácil, pues dominar la tensión superficial de manera artificial requiere de mucho trabajo y estudio.
Muchos científicos alrededor del mundo han reportado avances en robots pequeños que pueden caminar sobre el agua, incluyendo el diseño de Qinmin Pan y equipo de trabajo. El problema es que ninguno de los diseños puede saltar sobre el agua como lo hacen los insectos que han inspirado ha construir robots que puedan desplazarse por encima del agua.
Hacer brincar a un pequeño robot en el agua es algo bastante complicado, ya que la fuerza que se imprime en las patas para levantarlo hace que estás se hundan en el agua al romper la tensión superficial. El equipo de Pan entonces se dio a la tarea de buscar una solución que permitiera a su pequeño robot dar saltos en el agua sin que se hunda.
Fue usando un súper repelente contra el agua que Pan y sus colegas pudieron fabricar patas que impiden que el robot se hunda. En total su diseño tiene tres patas de soporte y dos para brincar, con las cuales brinca unos 14 centímetros, aunque en algunas pruebas han logrado hacer que brinque casi 36 centímetros, a una velocidad de 5.8 kilómetros por hora.
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